lunes, 1 de agosto de 2011

Vivir a costa de la afición



Otra pretemporada más y lo mismo. Aquí no pasa nada. Nunca pasa. Gil Marín y Cerezo sigue campeando a sus anchas a sabiendas de que la masa atlética sigue siendo rentable. Nada importan los más de 250 millones de deuda. Al aficionado no le importa que se vendan a sus canteranos y jugadores más emblemáticos. No les importa que la prensa los ningunee. Al aficionado rojiblanco no le importa que año tras año se rían del escudo. Aparecen pancartas contra Agüero o De Gea. Nada nuevo, ya aparecieron sobre Kiko o Baraja en su momento. 

Gil Marín y Cerezo, los culpables de una situación de la que esa "bendita afición" se ha convertido cómplice junto ala prensa deportiva.Y encima dicen que no se irán hasta que alguien no ponga dinero sobre la mesa cuando lo que tendrían que hacer es devolver todo el dinero que han robado.
 
Aparecen pancartas contra Agüero o De Gea. Nada nuevo, ya aparecieron sobre Kiko o Baraja (curiosa la vuelta de este último) en su momento. Futbolistas que en muchos casos se van porque el Atleti de los Gil se le ha quedado pequeño o no se cumple con ellos, o, como en el caso de De Gea los obligan a irse para cumplir con la cantidad pactada con Hacieda de 15 millones de euros al año a pagar en Septiembre, nada del 50% de los traspasos.

Gil Marín, Cerezo y su Atlético de Madrid. Esta casa de compraventa de futbolistas. Este rincón de Mendes, Quilón y cía, donde todo vale. Un club en el que todo vale. Un club cuya masa social, esa bendita afición, hace tiempo que se adormeción se aborregó, gracias a los acólitos de Gil Marín y Cerezo que hacen creer que el Atlético vive por encima de sus posibilidades, cuando la realidad es que la mala gestión de ambos ha hecho que el Atlético de Madrid haya perdido el tercer puesto en España y se encuentre más cerca del Getafe que el Real Madrid. Una verdadera pena, pues a todo esto, es la afición la única que sustenta al Atlético de Madrid.

La que renueva el abono de la mentira cada año, la que compra las camiseta de sus ídolos efímeros, la que año tras año es engañada y le da lo mismo. La que no da el paso al frente y permite que tanto los dirigentes como la prensa deportiva (su complicidad), hagan de este histórico club una auténtica casa de alterne entre representantes y dirigentes. El único proyecto de estos señores tiene un nombre: desmantelación. Es hora de decir basta. De lo contrario será demasiado tarde.

Ya no tienen ni cortina de humo con la que ilusionar a la afición; Osvaldo, Lafita... en fin...



P.D: Disculpas al personal por el tema Agüero. Una lástima, pues para una vez que nos podría haber ayudado el rival a cargarnos a Gil Marín...