domingo, 31 de mayo de 2009

Planificación 09/10

Pues bien, una vez finbalizado el campeonato y tras el glorioso final de liga, ya se han puesto manos a la obra para planificar el futuro equipo que tendrá que jugar la previa de champions.

Ya podemos hablar de los Sergio Asenjo, Keirrison, Juanito y cía.

Lo primero será asegurar la continuidad de Abel, que salvo caciquismo en el consejo de administración, no debe ser óbice de complicación versus la hipotética entrada de Juande Ramos.

Una vez conocido el destino de Leo Franco al fútbol turco y cerrada la contratación de Asenjo, podemos decir que la portería queda cubierta con el vallisoletano y el meta del filial De Gea.

Con respecto a la defensa, una vez cerrado el compromiso con Juanito y dadas por seguras la continuidad de Heitinga, Ujfalusi, Perea y Domínguez, además de la de Antonio López, hay que cerrar la contratacion de dos buenos laterales, suenan Eboué para el derecho y Monreal para el izquierdo, no vería con malos ojos que se subiera a César Ortiz del filial.

El centro del campo, probablemente la demarcación donde haya que dar el do de pecho, aseguradas y con merecimiento la posición de Assunçao, del que Camacho puede aprender mucho, viendo el excelente final de temporada de Raúl García, subiría a Keko y Rubén Pérez, pero ahí hay que fichar a un cerebro, el mercado brasileño ofrece en esa demarcación a Hernanes, sería mi apuesta, a pesar de que últimamente se hable de Elías, para los extremos, contando con Simao y la subida de Keko al primer equipo, no me desagradaría la opción de Hleb, en el caso de que Maxi se marchara, teniendo como seguda opción a Pedro León, Douglas Costa sería otra opción más que interesante, todo dependerá del cupo de fichas extracomunitarias que nos queden libres.

Con respecto al mediapunta, mi apuesta sería Silva (aunque parece que Florentimo se nos ha adelant, ahí no caben dudas, pues Jurado imagino que será traspasado,anque Rubén Ramos puede desenvolverse en esa posición y Roberto Batres, si está recuperado de su lesiado)ón sería uan gran baza a jugar.

En la delantera, sumando a Agüero y Forlán y con Keirrison en negociaciones ( me temo que vendrá si Forlán sale hacia Barcelona), completaría con Rubén Ramos y Borja Bastón más Sinama.


Dicho esto, y creyendo que Forlán y Maxi serán traspasados, uno por necesidad de liquidez y el otro por bajar su rendimiento y su mal comportamiento cuando está en el banquillo, así quedaría la composición de una plantilla 09/10.


Porteros: Asenjo y De Gea.

Defensas: Heitinga, Eboué, Ujfalusi, Juanito, Perea, Domínguez, Antonio López, Monreal.

Centrocampistas: Simao, Keko, Assunçao, Raúl García, Koke, Camacho, Hernanes, Pedro León, Hleb y Silva.

Delanteros: Agüero, Güiza, Keirrison, Sinama, Rubén Ramos.


En donde tras las ventas de Jurado, Forlán y Maxi, habría dinero más que suficiente para hacer frente a las nuevas adquisiciones.

Veremos en qué queda.

domingo, 1 de febrero de 2009

Maldita afición



Sí. Por permitir todo tipo de vejaciones. Por aguantar la desidia, amarga, de comprobar el homicidio de este club. Una vergüenza. Una auténtica vergüenza que va desde aficiondaos, periodistas y todos los que empatizan con el Atleti. Parsimonia. ahí reside el problema. Una vergüenza. A los pocos cuerdos se les insulta o degrada. Quedan pocos románticos:S eñales de humo, Infierno rojiblanco, plataforma salvemos al calderón. Pocos en comparación con la masa social que se jacta de ser atlética. No importa que echen a Aguirre. Es lo mismo que Pitarch se vaya. Mientras perduren los sinvergüenzas que se apropiaron indebidamente del Atlético de Madrid. Los aficionados, esos aficionados que vendrán a recoger las exequias del Atlético en un lugar de Madrid, de cuyo nombre no quiero ni aprenderme: la peineta.

martes, 27 de enero de 2009

Compromiso


A un partido malo suele sobrevenir un pataleo, síntoma de impotencia. Suele ocurrir. Mirar hacia el palco de las exequias del Vicente Calderón provoca la misma sensación de impotencia que caer derrotado en un partido oficial. La desidia es un mal endémico en esta sociedad, ya sea anónima o pública. Decir que Aguirre tiró la eliminatoria ya en la primera vuelta no sería ventajista, sino una certeza, al igual que no confiaba en la remontada al dejar a Forlán y Maxi en Madrid. No es un día propicio para realizar análisis. El fútbol, a día de hoy, no es un deporte, es una multinacional en la que agentes, presidentes y conejeros delegados enriquecen a deportistas sin más, simplemente eso. No se inculcan valores, el fútbol de hoy en día es una mentira en la que visionarios como Julio Maldonado, Áxel Torres o Marcos López (pajilleros de antenas parabólicas) se jactan de conceptos como scouting, índice corrector o tiki-taka. Desde el punto de vista de los clubes de fútbol, y en lo que nos concierne, bien sabemos -y no hace falta recordar- que la única gestión que preocupa a los crápulas del palco es la gestión de la ciudad deportiva, el nuevo estadio y la probable venta de Agüero, Simao, Forlán y Maxi. No existen sentimentalismos, no existe compromiso, y sin compromiso nunca se pueden lograr éxitos, cosa que hay que diferenciar del término objetivo. Caer en el discurso de los Pernía, Pablo, Perea o Luis García es aburrido, pues ya conocemos y sufrimos ver cómo la rojiblanca se mancha en el pecho de esta gente, mejor dicho; cómo la ensucian. ¿Nos han robado la ilusión? La secuestraron hace ya unas décadas. Lástima que sólo existan reductos de coherencia en foros como éste. Lástima que haya más jugadores que sienten el Atlético de Madrid exiliados bajo la zamarra del Liverpool que en nuestra propia plantilla. Hoy me viene a la cabeza gente como Don Fernando Torres, Reina, Arbeloa, Fran Mérida, Arteta, Lafita, Keko, De Gea, Pulido, Rubén Ramos, Camacho, Joshua, Borja Bastón... gente que ya han declarado públicamente su sentimiento atlético, gente que se ha formado en la casa, gente que son el futuro, han sido el pasado y quieren ser el presente. Mientras no exista una jerarquía atlética, y eso ha de producirse desde los propietarios hasta el utillero, no volveremos al lugar de donde nunca debimos salir.