martes, 3 de abril de 2007

Semana de Pasión rojiblanca

Sería faltar a la verdad, que ahora, como siempre, la inercia nos va a devolver a la realidad del Atlético de Madrid, sí, sería faltar a la verdad, puesto que el Atlético de Madrid es el tercer equipo de España por mucho que a algunos les duela.

Es faltar a la verdad puesto que la realidad nos dice que el Atlético de Madrid de Gil Marín es lo que es, gracias a su gran gestión, amamantada bajo los senos de su padre y bajo el auspicio del bufón de la corte el tal Enrique Cerezo.
Sucede que, como viene siendo habitual desde que subimos de la segunda división a la cual nos mandó el maravilloso Gil y Gil, el equipo se desinfla cuando llega la segunda vuelta y emerge la figura de Fernando Torres, el cual, año tras año, evita que el desastre sea mayor (pobre Fernando batallando y capeando temporales él solito).

Sucede que nunca hay proyecto, sucede que desde Seseña no hay cantera, sucede que se fichan abogados para ejercer de secretarios técnico o directores deportivos, sucede que los chavales emigran hacia la acera de enfrente, sucede que se devoran técnicos año tras año, que se engordan cuentas corrientes de representantes y dirigentes, se consolidan pelotazos urbanísticos y contratos de televisión, a la par que se consiguen pingües beneficios políticos en lo personal, y todo bajo el secuestro de un club y deshilachando entre unos y otros una camiseta otrora venerada y ahora rebajada a la categoría de camisón.

Y lo más preocupante de todo, bajo la parsimonia de una afición aborregada y, probablemente analfabeta futbolística y sentimentalmente hablando, todo ello bajo la permisividad de los medios de información de este país.

Por desgracia, y salvo que San Fernando Torres lo evite, nuestro atleti no tiene visos de resucitary de nuevo la inercia de Gil Marín lo llevará a la mediocridad, bajo el beneplácito del pueblo que eligió a Barrabás en lugar de a Fernando Torres y que año tras año contempla como Judas besa la rojiblanca, algo normal en estos tiempos de Quaresma.

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