lunes, 21 de mayo de 2007

La humillación

No se concibe otra palabra: Humillación.
Lo ocurrido ayer en el Calderón fue la mayor de las derrotas recibidas en casa por el Atlético de Madrid en la historia.
La cara de Fernando Torres era una catulinaria en toda regla, un desastre.
Aguirre no tiene coartada para tal asesinato deportivo. Recuerdo los tiempos de camisetas andantes y demás improperios que salían por la boca del secuestrador del Atlético de Madrid.
Anoche sólo una periodista se atrevió a alzar la voz : María José Navarro, sorprendentemente de la cadena COPE, dijo cada cosa por tu nombre y señaló directamente a los culpables sin ningún temor a ser reprendida: Miguel Ángel Gil Marín y Enrique Cerezo, sobre el primero recae una sentencia firme de apropiación indebida , el segundo es su secuaz directo, ellos y el que Dios guarde en la gloria del infierno, el grandísimo GIL padre, que murió antes de que la operación Malaya lo matase.
Pues bien, son ya más de 20 años sin proyecto deportivo, un año sonó la flauta, pero, como es habitual, pues eso, dejó de sonar y volvimos a a la realidad que han fabricado los Gil para El Atlético de Madrid, están matando a un club histórico a cambio de grandes beneficios inmobiliarios para sus bolsillos. Ya sólo queda que el Villarreal nos apee de europa, y a este paso está mas´cerca de lo que creemos.

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